martes, 22 de octubre de 2013

LA ISLA DEL VOLCÁN

Cuentan que los jóvenes Charo y Jeremías salieron a pescar en la barca de su abuelo. Remaron y remaron sin darse cuenta de que los volcanes se despiertan. Cuando se despertó el volcán, Charo y Jeremías vieron que había lejos una niña llorando. Cerca de la niña habia mucha lava.

Charo y Jeremías remaron más rápido que antes para salvarse, pero delante de ellos había un tiburón que estaba muy enfadado y tenia mucha hambre. Tenían mucho miedo. El tiburón saltó y rompió la barca en dos mitades. La barca se empezó a hundir. Pero un barco de un pirata salvó a los jóvenes y a la niña. 
Después dijo: "¿Vosotros no sabéis que nadie puede estar cerca de la Isla del Volcán? ¿Y por qué la niña estaba sola?. La niña dijo: "Mi padre está muy lejos. Mi madre está en otra isla ahora. Yo vivo con mi abuela porque mi madre tiene una enfermedad".
Después todos fueron a casa.  (Xenia)



Cuentan que los jóvenes Charo y Jeremías salieron a pescar en la barca de su abuelo. Remaron y remaron sin darse cuenta que se estaban acercando a una isla enorme llamada la Isla de la Muerte.
Cuando llegaron, Charo se encontró un lago lleno de arenas movedizas. Jeremías llegó a un refugio: una casa de ladrillo con el techo de ladrillos. Jeremías llamó a Charo porque la casa estaba llena de serpientes, arañas y avispas. Charo y Jeremías se pusieron a limpiar toda la casa. Cuando sólo le faltaba una, esta serpiente picó a Charo. Por suerte no era venenosa.
Cuando terminaron de limpiar, le pusieron la lámpara, el sillón, el sofá, la mesa, el escritorio, etc. 
Charo salió del refugio para buscar comida. Cogió diez cocos y siete plátanos. También se encontró con un inmenso volcán. Se acercó un poco a verlo. Era el mismo volcán mismo volcán de un cuento llamado "El volcán del Terror".
Salió corriendo hacia el refugio para poder llamar a Jeremías. Entonces los dos salieron a verlo. Vieron un cartel que decía: "Un paso más y estallaré". Había una joya preciosa y Charo, sin darse cuenta, dio un paso más y el volcán iba a estallar en 24 horas. Ellos estaban muy preocupados. Se las arreglaron para salvar a todos los animales de la Isla: el mono, el elefante, el rinoceronte, etc.
Dibujo de Daniela
Pasaron tres horas y habían rescatado a la mitad. Cuando sólo faltaba un animal, el mono,  quedaban cinco minutos para acabar el día. El mono se había quedado enganchado en una rama de un árbol. Tardaron tres minutos en conseguirlo. Tenían  el tiempo justo para recoger todo y escapar de la isla.  Cuando estaban ya de vuelta llegaron a Málaga. Fueron a casa del abuelo y le pidieron perdón.  (Jero)



Cuentan que los jóvenes Charo y Jeremías salieron a pescar en la barca de su abuelo. Remaron y remaron, sin darse cuenta que se habían alejado mucho de la orilla. Entonces, por suerte, vieron una isla y encallaron ahí. Se bajaron de la barca y buscaron leña, comida, agua y cañas.
Cuando ya tenían todo, vieron unos duendes del fuego que les explicaron todo lo que pasó hasta entonces y les guiaron por toda la isla. De repente vieron un volcán grande y lleno de lava.
Los duendes les contaron un secreto misterioso: el volcán concedía deseos  y ellos podían pedir uno. Los niños decidieron pedir volver a casa con su familia que estaría triste sin ellos.
El volcán se lo concedió. De pronto una luz les envolvió y los teletransportaron. Aparecieron en el pasillo de su casa. Nunca más irían solos a ninguna parte.  (Eduardo)

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